Los cineclubs deberían representar una sana alternativa a la cartelera comercial y si hay uno que se ha constituido así, es el Cineclub de la Cayetano Heredia.
Como todos los meses, nos traen lo mejor del cine experimental y de autor a nivel mundial, de distintas épocas. Es, ciertamente y como reza el ciclo mismo, un cine que sólo veremos aquí.
Lugar: Av. Armendáriz 445, Miraflores
Hora: 7:30pm
INGRESO LIBRE
Programación
Lunes 5 de septiembre
El Rey de las Rosas (Alemania, 1986) de Werner Schroeter
Un rostro anguloso y hierático es más bello: manchado; un amante va sangrando pétalos en un campo de flores. Excesiva, encantadora, alucinatoria, teatral, artificial, visceral, kitsch; sí: existe la pasión, y no el ridículo; la rosa perfecta, es el amor desdichado, el ideal romántico, el éxtasis en la muerte; la yuxtaposición de imágenes, audaz, y su arrebatador esteticismo nos hunde, en lo sublime.
Lunes 12 de septiembre
Outside In (Reino Unido, 1981) de Stephen Dwoskin
La pesantez de un cuerpo como un bloque de carne que se mueve con más parsimonia, al mismo tiempo frágil, desvalido, puede tornarse, sin embargo, por sus cualidades impalpables, poesía. Cómica, confesional, a corazón abierto y auto-reflexiva; Dwoskin quiere reinventar el cine desde las orillas de lo más insobornablemente personal. Desde el temblor existencial de su propia carne.
Lunes 19 de septiembre
El Valle Cerrado (Francia, 1995) de Jean-Claude Rousseau
“No es más que esto: los elementos que al comienzo se interpretan de una forma documental, y que sin cambiar encarnan la historia y se revelan como los elementos de una ficción. Al comienzo se ven tal y como son, insignificantes. Luego, por las relaciones que establecen, podemos satisfacer nuestra necesidad por la historia (…) El que hace la película no sabe al comienzo más que el que la descubre en sus primeras imágenes…” (Rousseau).
Lunes 26 de septiembre
What Is It? (EE.UU, 2005) de Crispin Glover
Podría reclamarse (hasta cierto punto) como un discípulo de Jodorowski en ácido… Protagonizan: chicos con síndrome de down, un par de caracoles, un hombre con parálisis cerebral y tetrapléjico, una imaginería surrealista, infantil y esotérica a la vez… cuerpos semi desnudos enmascarados. Es más que un friki show: es una inmersión en nuestro doble negado, que podría ser más real que nuestro yo oficial.
Agradecimientos: Lima Gris