Enrique (Max Huiza) es un boxeador adolescente que vive en Huancayo junto a su abuela. Su entrenador le presenta una oportunidad inmejorable: inscribirlo en un campeonato nacional. Para ello, Enrique debe echar mano de su DNI y ese simple requisito se convertirá en todo un problema.
Esa es la trama de Peso Gallo, lo más nuevo de Hans Matos Cámac, quien desde el western nacional Pueblo Viejo está construyendo una interesante filmografía. El director describe a la película así:
“(Peso Gallo) surgió “por la necesidad de hablar de la familia y de mi familia. Como hijo de padres separados, no me había dado cuenta cómo influyó en mi carácter crecer en un hogar sin figura paterna, pero tenía esperanza de que esta circunstancia, que parecía un producto de la agitada época en la que crecí, se supere. Mi desconcierto volvió siendo adulto, al ver que entre amigos y conocidos se sigue repitiendo el mismo patrón de familias separadas, dejando a los niños la responsabilidad de buscar su identidad”.
Más que una típica película deportiva y más aún una sobre púgiles – Rocky, Million Dollar Baby y un largo etcétera – esta parece estar más enfocada en el conflicto personal de su protagonista, enfrentando la falta de apoyo en su propia familia y dentro de su rubro; y es que en el Perú no se le ofrece recursos ni apoyo a ningún deporte que no sea fútbol.
La película es además el debut en el cine de Huiza y Ángela Huamán, ambos deportistas. Completan el reparto Rosalia Clemente, Benjamín Baltazar, Melvin Quijada y Gilmer Briceño. Se estrena el 8 de septiembre.