
Hoy se inicia el Festival de Cine al Este de Lima; más de 100 películas se proyectarán hasta el sábado 8 de junio.
Se trata de una ocasión especial; Al Este celebra diez años y para ello han centrado todo su concepto de este año en el “Punk”. Pero, ¿Qué es el punk? Podríamos señalar a los Sex Pistols (o a una banda tipo Green Day, para los de onda más popera), a los mohicanos, a las chaquetas de cuero, a los Ramones y dejarlo ahí. Pero va más allá. El punk es una corriente musical, sí, pero también es una actitud, una confrontación, una protesta por el estado de las cosas, una forma de rebeldía, un estilo de vida y un largo etcétera. Una actitud que resiste el acartonamiento y con la que el Festival parece decir “son diez años y tenemos para varios más.”
Los invitados de honor de este año lo reflejan: el cineasta y músico francés F.J. Ossang, quien cultivó el punk como parte de la banda M.K.B. y que alguna vez incluyó al ex The Clash Joe Strummer en el reparto de Doctor Chance (1997), filmada en Chile; Jaz Coleman, líder de la banda post punk Killing Joke; y el músico (ex Black Flag), actor, autor y activista Henry Rollins, que en su variada carrera ha sido desde luchador en videojuegos de pelea hasta inspiración para villano de cómics.
Siguiendo con este concepto, el Festival abrió con la cinta rusa Leto (“Verano”) de Kirill Serebrennikov, una recreación de la escena punk en Leningrado en los años 80. En plena Guerra Fría, la represión por parte del gobierno soviético hacia la juventud es tan grande que ni siquiera pueden mover los pies en un concierto; el espíritu anárquico del punk es el único recurso de estos jóvenes para poder disfrutar de músicos “enemigos” como Lou Reed, Iggy Pop y Marc Bolan de la banda T-Rex, entre otros.
Es en este contexto que asistimos a un triángulo amoroso entre Mike, un rockero underground que ya está de salida; Natasha, su esposa; y Viktor, el joven músico atormentado destinado a tomar la posta de quien será su mentor. La película está basada en la vida de Viktor Tsoi, líder de la banda ochentera Kino, muerto trágicamente en un accidente automovilístico a los 28 años y que hoy es una leyenda de la música soviética. Pero aún sin el componente biográfico, Leto nos sumerge en un tiempo y lugar muy específicos, todo a través de la música y un estilo a medio camino entre lo contemplativo y lo desenfrenado, al mejor estilo de un videoclip. Prueba de que, sin importar el contexto, el carácter contestatario del punk nunca cambia.
Como parte de su renovación, este año Al Este le prestó especial atención al cine de género (saludable movida que otros festivales parecen estar adoptando, o sino basta con ver la selección del último Cannes), tal vez para cambiar la percepción que se suele tener del cine europeo como algo denso o difícil. Hombre Lobo de Adrian Panek se inspira en El Señor de las Moscas para una historia sobre un grupo de niños fugados de un campo de concentración al final de la II Guerra Mundial sitiados en una casa por perros salvajes. La película utiliza el thriller para una alegoría sobre los horrores de la postguerra y la reconstrucción de Europa luego del conflicto.
De la misma manera, Los Niños de los Muertos, si bien tiene una premisa sobre una mujer que vuelve de la muerte convertida en zombie, es además un recuento de la complicada historia de Austria. Se suele decir que el cine de género – terror, ciencia ficción, etc. – es el vehículo perfecto para retratar la historia o sociedad de su país de origen, dándole un valor agregado más allá de lo visceral o fantástico; estas dos películas son prueba de ello.
Son 11 días de proyecciones y conferencias. Para información sobre la programación y demás eventos, visiten la página web del Festival o su fanpage en Facebook.